¿Cómo nació Bar to Basics?

Todo comenzó en 2019. Después de 5 años, cansada de trabajar en banca de inversión, decidí renunciar y tomarme un año sabático para viajar y responder la importante pregunta: ¿Qué quiero hacer con mi vida? Y claro, que mejor año para viajar que el 2020…¿No?

Después de regresar deprimida de un viaje mochilero a Europa fallido, decidí que ni siquiera una pandemia arruinaría mis planes. Me sequé las lágrimas, empaqué mi maleta y me fui al destino que le dio a mi vida el giro radical que buscaba: Playa Saladita, México.

Todos los días eran de ensueño, comía, dormía y surfeaba. Siempre he sentido una inmensa pasión por el mar, y el poder pasar horas al día surfeando era, para mí, un sueño hecho realidad.

Pero una noche de septiembre, el cielo pasó de azul celeste a un gris carbón. La lluvia caía como si se fuera a drenar el cielo, el aire arrasaba con todo, los ríos (que hasta ese día estaban secos) se llenaron de agua y trajeron consigo todo lo que había a su paso: lodo, troncos, y …¡muchísimo plástico! Y esta playa, la que unos días antes era la viva imagen del paraíso, se convirtió en un basurero.

Duré semanas sin poder entrar al mar, pasé los días recogiendo basura, viendo llover a través de la ventana y por supuesto, reflexionando. Reflexionando acerca de cómo nosotros, siendo unos simples huéspedes, estábamos destruyendo el lugar que nos da absolutamente TODO: la Madre Tierra.

Aquí se me empezaron a acabar los productos de belleza, y además el cabello lo tenía destruido: el sol, el agua de mar y mi ignorancia causaron que se me empezara a caer el cabello. Entonces, parada frente a los anaqueles del supermercado, con un shampoo en mano, recordé que hacía unas horas me encontraba recogiendo cientos de botellas muy parecidas a esta, y ahora aquí estaba yo, comprando más.

En ese momento realmente comprendí que yo era parte del problema.

Regresé a la CDMX y comencé a instruirme en dos de los temas que me marcaron durante estos meses: ecología y cuidado capilar. Y fue cuando empecé a cuestionar: si el 70% de un shampoo líquido no es nada más que agua, y esto hace que se tenga que vender en un envase de plástico…¿Por qué no utilizar los ingredientes en su manera más pura de forma sólida?

Y así fue como nació Bar to Basics…